Donde ponemos la atención ponemos conciencia, donde ponemos conciencia ampliamos nuestro campo de acción.
Se trata de abordar el cuerpo como un lugar para habitar, experimentar y estar.
Compuesto de sistemas menores, formando parte de sistemas mayores, conectando lo abstracto con lo concreto.
Las posturas del yoga (asanas) nos llevan al desafío de encontrarnos con nuestros límites y reconocerlos.
La práctica de esta disciplina nos da la oportunidad de establecer una nueva relación con el cuerpo y encontrar de este modo nuevas conexiones que habiliten fluidez, eficiencia, salud.
Es posible un camino de re-educación y re-descubrimiento del cuerpo.
Si nuestra relación con el cuerpo físico se transforma, cambia también la relación con nuestro interior y con el contexto que nos rodea.
Beneficios:
Metodología:
En cada clase hay un momento inicial de “posturas restaurativas” en el que se busca “bajar el tono”, despejar la mente, y abrir la escucha.
Luego entramos en posturas activas y,para acceder a sus beneficios utilizamos elementos como, sillas, bloques, frazadas, cinturones, pared, cuerdas.
Esto, permite incluir en una misma clase distintos niveles, tiempos de práctica y edades.
La clase finaliza con una relajación que permite integrar lo trabajado.
Instructora:
Flavia Irene Solorzano:
33 años de existencia, 6 años de madre, 8 años de práctica de yoga, 15 años incursionando en diferentes técnicas corporales, danza contemporánea, capoeira, circo.